Perro o gato: ¿Cuál adopto?
Los perros necesitan que se les dedique tiempo para pasear y no se les puede dejar solos un fin de semana. Los gatos no precisan salir a la calle y pueden estar solos hasta tres días. Es esencial tener en cuenta estas diferencias antes de adoptar un perro o un gato, como también lo es cuestionarse sobre el tiempo del que se dispone, si se está dispuesto a pasear a diario a un perro, se acepta el carácter peculiar del gato o se encaja en el perfil de dueño de alguno de estos dos animales.
No es fácil elegir al animal que se adoptará en función de nuestro estilo de vida y expectativas. Hay quien cree que puede atender a un perro y, sin embargo, el animal que se adaptaría mejor a su dinámica vital es un gato.
Si tenemos dudas entre adoptar un perro o un gato, es recomendable reflexionar sobre los siguientes aspectos.
1. ¿De cuánto tiempo dispongo para atender al animal?
Si es usted una persona ocupada, que dispone de poco tiempo o llega tarde a casa la mayoría de los días y, además, vive sola, no es recomendable que adopte un perro, sino un gato.
No es recomendable adoptar un perro si se dispone de poco tiempo, es mejor convivir con un gato
Un perro necesita tres paseos diarios de una duración media de 30 minutos cada uno. No puede quedarse dos o tres días solo, como un gato. Los perros son animales sociales que precisan interactuar mucho con sus dueños: hacer actividades con ellos, sentirse integrados en la dinámica familiar y no estar solos demasiadas horas cada día
Por el contrario, un gato puede pasar hasta tres días sin sus dueños, siempre y cuando se le deje comida y agua suficiente, así como una bandeja higiénica preparada para hacer sus deposiciones.
2. Pasear al perro cada día
Una de las razones para decantarse por un gato como mascota es el hecho de no tener que sacarle a la calle.
Un perro necesita tres paseos diarios de una duración media de 30 minutos cada uno
Un perro necesita tres paseos diarios: mañana, tarde y tarde-noche. Es recomendable que cada salida dure alrededor de 30 minutos. Por el contrario, entre los gatos que nunca salen de casa, es habitual que les resulten traumáticas las variaciones en la rutina, como cambiar de domicilio durante unos días en vacaciones.
Los felinos son muy sibaritas y no soportan abandonar su sofá o no estar en el rincón preferido de su territorio doméstico. Los perros son mucho más sociables y disfrutan con las excursiones y actividades fuera del ámbito doméstico, en compañía de sus dueños.
3. Encajar en el perfil de adoptante de un perro o de un gato
El perro aún es el animal de compañía por excelencia, pero «casi todo el mundo que convive con un gato en casa se sorprende gratamente, aunque siempre hayan tenido perro», añade.
Por otro lado, en el perfil de persona a quien le convendría adoptar un gato encaja más alguien con poco tiempo libre, que pasa mucho tiempo fuera de casa y que le gusta el carácter y peculiaridades de los gatos.
En cualquier caso, perro o gato, una vez que se opta por adoptar a uno de estos dos animales, lo importante es comprometerse para cuidarles durante el resto de su vida, hacerles felices y respetar su naturaleza.
Aceptar el carácter peculiar de un gato
Si cree que puede atender bien a un gato y adaptarse a su carácter, es recomendable que, si bien no todos los gatos comparten características, antes se informe sobre ciertas peculiaridades felinas como:
- El gato busca el contacto con sus dueños cuando le apetece, lo que no siempre coincide con los momentos en que estos quieren acariciarle o ponerle en su regazo.
- Los gatos son muy dormilones, como todos los felinos. Duermen durante la mayor parte del día y los hay que se muestran más activos de lo deseable por la noche.
- El gato necesita y le gusta afilar sus uñas. En muchas ocasiones, lo hace en el mobiliario de la casa (cortinas, sofás, alfombras).
- El gato es el rey de la casa y lo dejará claro siempre que tenga ocasión, así que si elige su sillón de lectura como lugar de descanso, olvídese de sentarse más en él.